Comportamiento Organizacional
El
comportamiento organizacional es un campo de estudio en el que se investiga el
impacto que individuos, grupos y estructuras tienen en la conducta dentro de
las organizaciones, con la finalidad de aplicar estos conocimientos a la mejora
de la eficacia de tales organizaciones. Es una disciplina científica a cuya
base de conocimientos se agrega constantemente una gran cantidad de
investigaciones y desarrollos conceptuales. Pero también es una ciencia
aplicada, ya que la información sobre prácticas efectivas en una organización
puede extenderse a muchas otras y dejar así el departamentalismo.
Es un campo de estudio porque es una especialidad delimitada y con un conjunto común de conocimientos que estudia tres determinantes del comportamiento de las organizaciones: individuos, grupos y estructura. Aplica el conocimiento obtenido acerca de los individuos, los grupos y el efecto de la estructura en la conducta, con la finalidad de un mejor funcionamiento en las organizaciones. El comportamiento organizacional se interesa particularmente en las situaciones que atañen al empleo.
Es un campo de estudio porque es una especialidad delimitada y con un conjunto común de conocimientos que estudia tres determinantes del comportamiento de las organizaciones: individuos, grupos y estructura. Aplica el conocimiento obtenido acerca de los individuos, los grupos y el efecto de la estructura en la conducta, con la finalidad de un mejor funcionamiento en las organizaciones. El comportamiento organizacional se interesa particularmente en las situaciones que atañen al empleo.
Existen
diversos cambios radicales dentro de las organizaciones a los cuales se tienen
que enfrentar los administradores, de igual forma, la competencia mundial exige
que los empleados sean más flexibles y aprendan a enfrentar cambios acelerados.
Algunos de estos retos y oportunidades para que los administradores apliquen
los conceptos del comportamiento organizacional, son los siguientes:
Respuesta a la globalización
Las organizaciones ya no están limitadas por
fronteras nacionales, el mundo se ha convertido en una aldea global por lo que
los administradores tienen que ser capaces de trabajar con personas de culturas
distintas. La globalización afecta las habilidades de trato con
la gente de los administradores cuando menos de 2 formas: en primer lugar, el
administrador tiene cada vez más posibilidades de recibir una asignación en el
extranjero; en segundo lugar, incluso en el propio país va a trabajar con
jefes, compañeros y otros empleados que nacieron y crecieron en culturas
diferentes. Para trabajar bien con esas personas, tendrá que comprender su
cultura, cómo los ha formado y cómo adaptar el estilo de administración a esas
diferencias.
Uno de
los retos más importantes y extensos en las organizaciones es adaptarse a
las personas que son diferentes, es decir, a la diversidad laboral, la
cual atañe a diferencias entre personas en el mismo país. El término de
diversidad laboral implica que las organizaciones se han hecho más heterogéneas
en términos de género y origen étnico, comprende también a las personas con
discapacidad, homosexuales y adultos mayores. El reto para las organizaciones
es dar mejor cabida a los diversos grupos de personas ocupándose de sus
esquemas de vida, necesidades familiares y estilos de trabajo. Los
administradores tienen que cambiar su filosofía de tratar a todos por igual y
reconocer la diversidad física y cultural de las personas.
Cada vez más,
los administradores tienen que mejorar la productividad, de su organización y
la calidad de los productos y servicios que ofrecen. Para mejorar la calidad y
la productividad, implantan programas como los de administración de calidad.
La mayoría de los empleados en los países desarrollados ocupan puestos de
servicio. Anteriormente se pensaba que concentrarse en los clientes era una
tarea de quienes estudiaban y ejercían el . Pero el comportamiento
organizacional puede contribuir a mejorar el desempeño de las organizaciones
enseñando a los administradores la relación entre las actitudes y la conducta
de los empleados y la satisfacción de los clientes. Muchas organizaciones han
fracasado porque sus empleados no han sabido complacer a los clientes, por lo
tanto, la administración debe crear una cultura de sensibilidad a los clientes,
creando culturas en las que los empleados sean amables y corteses, accesibles,
capaces, listos para responder a las necesidades de los clientes y dispuestos a
hacer lo necesario para complacerlos.
La toma de decisiones se está bajando al nivel operativo, lo que proporciona
libertad a los trabajadores para tomar decisiones sobre problemas planteados
por el trabajo. Lo que sucede es que la administración faculta a los empleados,
es decir, los pone a cargo de lo que hacen, con lo cual, los administradores
tienen que aprender a ceder control y los empleados tienen que aprender a
asumir la responsabilidad por su trabajo y a tomar decisiones convenientes.
El término de administración debe describirse más bien como una actividad con
largos periodos de cambios continuos, interrumpidos ocasionalmente por momentos
breves de estabilidad. Los puestos que ocupan los trabajadores de nuestros días
se encuentran en un estado de flujo permanente, de modo que los empleados
tienen que actualizar continuamente sus conocimientos y habilidades para
realizar nuevos cometidos laborales. Los administradores y empleados deben
aprender a enfrentar la temporalidad, a vivir con flexibilidad, espontaneidad e
imprevisibilidad.
Las organizaciones
exitosas deben fomentar la innovación y dominar el arte del cambio o
se pondrán en peligro de extinción. El éxito lo alcanzarán las organizaciones
que mantengan su flexibilidad, mejoren constantemente la calidad y venzan a la
competencia del mercado con una corriente continua de productos y servicios
innovadores.
Los miembros de las organizaciones enfrentan cada vez más “disyuntivas éticas, que son situaciones en las que tienen que definir cuál es la conducta correcta y cuál la incorrecta. En las organizaciones, los administradores redactan y distribuyen códigos de ética que ayuden a los empleados en las disyuntivas, se ofrecen seminarios, talleres y otros programas de capacitación para fomentar el comportamiento ético. El administrador debe generar un ambiente ético sano para sus empleados, donde trabajen productivamente y enfrenten las menores ambigüedades en cuanto a lo que constituyen conductas buenas y malas.
De igual forma, el comportamiento organizacional facilita la comprensión de las
relaciones interpersonales, que son aquellas en las que interactúan dos
personas (dos compañeros de trabajo o un par formado por un superior y un
subordinado). En el nivel siguiente, el comportamiento organizacional es
valioso para examinar la dinámica de las relaciones en grupos pequeños, tanto
en equipos formales como en grupos informales. Cuando es necesario que dos
grupos o más coordinen sus esfuerzos, como por ejemplo en las áreas de
ingeniería y ventas, los administradores se interesan en las relaciones
intergrupales que surgen. Por último, también es posible ver y administrar a
las organizaciones como sistemas internos, que tienen relaciones entre ellos
(por ejemplo, las fusiones y empresas conjuntas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario